Provincia de Los Santos



Los Santos es una provincia panameña, situada al sur de la península de Azuero. Las Tablas es su capital y localidad más poblada. Está compuesta por los distritos de Los Santos, Guararé, Las Tablas, Macaracas, Pedasí, Pocrí y Tonosí. Con una superficie de 3 809, km² y una población de 89 592 habitantes, limita al sur y al este con el océano Pacífico, al norte con el océano Pacífico y la provincia de Herrera, y al oeste con la provincia de Veraguas, concretamente con el distrito de Mariato.

Historia

Área cultural del Gran Coclé, al cual pertenecía la región de Pariba.
La historia de Los Santos, como región primero indígena, luego española y finalmente panameña, comenzó en el siglo XVI, con la conquista de los cacicazgos de Escoria y París, continuado con la toma de las provincias indígenas sureñas de Hueré, Guararí, Quemá, Chiracoitia, Usagaña y Guanata y culminado en lo sustancial con la división territorial de la República de la Nueva Granada en el año 1850 y la constitución de Los Santos como provincia de Panamá en el año 1945. No obstante también es relevante exponer brevemente la historia anterior del territorio actualmente integrado en dicha región.

La posición geoestratégica de Los Santos en el extremo sur de la península de Azuero, su clima tropical de sabana, así como sus riquezas minerales y agrícolas, forman una conjunción de factores que hicieron de Los Santos un foco de atracción de otras civilizaciones. La primera presencia humana en la región data del noveno milenio a.C. en el Neolítico según se ha podido registrar en los restos fechados más antiguos del Arco Seco en Los Santos. Con el poblamiento de América del Sur hace 20.000 años cabría esperar que grupos humanos ya poblaran estas tierras en fechas previas a las documentadas.

Toponimia
Como es común en la mayor parte de Panamá, la provincia ha tomado su nombre de su antigua capital, la Villa de Los Santos. Fundada el primero de noviembre de 1569, Día de Todos Los Santos, toma su nombre de esta celebración católica. El Día de Todos Los Santos es una tradición cristiana instituida en honor de Todos los Santos, conocidos y desconocidos, según el papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles. Tiene origen en la festividad celta del Samhain o Samaín. Los santos (< latín sanctus, -i; ['elegido por Dios']) son hombres o mujeres distinguidos en las diversas tradiciones religiosas por sus supuestas relaciones especiales con las divinidades.

Clima

Si tomamos en consideración la clasificación climática Köppen, la provincia de Los Santos tiene un clima tropical de sabanas Awi. Siendo consecuente con ello, en las costas encontramos el bosque seco premontano, bosque húmedo premontano y el bosque seco tropical; situación que no impide que en las tierras altas se establezcan microclimas correspondientes a otro entorno ambiental, tales son los casos del Canajagua y de cerro Hoya.

Generalmente se distinguen dos estaciones, la seca y la lluviosa. La primera de ellas se extiende desde finales de noviembre hasta inicios de mayo, y la segunda, desde mayo hasta noviembre. En la práctica las divisiones entre ambas estaciones son cada vez más inciertas, caracterizándose la provincia por temperaturas que oscilan entre los 23°C y los 32°C en las costas, con mínimas de 14ºC en la región montañosa. Las precipitaciones se sitúan en torno a 1200 mm anuales en la costa, aumentando los valores en las zonas montañosas hasta los 4.000 mm, lo que permite la presencia de bosques nublados.

Geología
Las rocas más antiguas de Panamá hasta ahora conocidas se localizan en el extremo suroeste de la península de Azuero, región que abarca parte del Parque nacional Cerro Hoya en Los Santos. Según estudios de la edad radiométrica de las rocas magmáticas de Panamá, en Azuero se han encontrado rocas del grupo cuarzo-diorita con una edad aproximada de 69 millones de años.

Los Santos forma parte de la península de Azuero, la cual se formó durante la era Mesozoica y cenozoica, como parte del complejo marginal de Azuero.  La capas superiores de la península éstán cubiertas por secuencias sedimentarias transgresivas del período Campaniense y Maastrichtiense. Es aceptado que dicho proceso se inicia con la formación de un arco insular volcánico en el margen de una meseta oceánica en el Pacífico, la cual se preserva en las costas de la península. Se trata de una meseta oceánica del período Coniaciense-Santoniense temprano la cual dio origen a las bases de la península. El proceso se inició a raíz de la subducción de rocas ígneas a lo largo del margen de la península, probablemente asociadas a Sudamérica y en menor medida a América Central, durante el Campaniense, el cual define a la recientemente identificada meseta de Azuero. Esta meseta funcionó como núcleo para el acrecimiento a partir de mesetas oceánicas adicionales, cimas volcánicas e islas oceánicas con origen en el Pacífico. Las islas volcánicas tienen su origen en el punto caliente de las islas Galápagos, al cuál se asoció probablemente en el paleoceno Maastrichtiense,22 23 con presencia de rocas basálticas del paleógeno y rocas de las Galápagos de uno 39 millones de años.24 25 Aún se preservan los restos de las principales islas oceánicas paleogénicas en punta Blanca y cerro Hoya, cuya formación se inició como consecuencia del proceso de acreción ya mencionado.

Además, durante el cretácico tardío y terciario temprano se forma la cuenca sedimentaria de Tonosí. Las dos cuencas más importantes de la región están tapizadas por sedimentos que datan del terciario, especialmente de calizas en el río Tonosí y lititas, conglomerados y areniscas en el río La Villa.

Geológicamente, Los Santos, está limitado al sur por el cinturón deformado del Sur de Panamá, con el cañón de Azuero a pocos kilómetros de la costa. Las principales fallas tectónicas son la falla de Azuero-Soná y la de Tonosí.

Hidrografía

Desembocadura del río La Villa a su paso por Chitré y La Villa de Los Santos.
Por Los Santos discurren ríos de la vertiente pacífica que desembocan en el golfo de Parita, golfo de Montijo y directamente en el océano Pacífico. Estos últimos suelen ser más cortos, más estacionales y con más pendiente media, lo q
ue provoca unos estuarios menos extensos y valles menos propensos a la agricultura.

Los aspectos hidrográficos de Los Santos se encuentran relacionados con la presencia y dominio de de las sierras del sur de la península de Azuero. En general la hidrografía, así como toda la red conformada por todos los grandes ríos, riachuelos y cauces superficiales temporales, están limitados por los tres bloques montañosos existentes en la península, que a continuación se describen: El bloque montañoso del Montuoso, el bloque montañoso de El Cacarañado-Cerro Hoya y el bloque montañoso del Canajagua-Cerro Quema.

En la provincia de Los Santos se encuentran de oeste a este cuatro ríos importantes que desembocan en el golfo de Parita y/o al Panamá: el río La Villa, Guararé, Mensabé y Purio. En la vertiente Sur destaca el río Tonosí y el Oria que desembocan directamente al océano Pacífico. La red hidrográfica se caracteriza por tener cursos de agua de poco trayecto, al ser ríos que deben salvar fuertes desniveles y alcanzan mucha velocidad y un poder erosivo elevado, hoy disminuido por la intervención humana en la creación de embalses.

La provincia santeña reparte su territorio entre dos cuencas hidrográficas: La cuenca del río La Villa con un área de 1,284.3 km2 y unos 117 km de longitud, y la cuenca del río Tonosí con 716,8 km2 y una longitud de 91 km.

Espacios naturales

Áreas protegidas en la provincia de Los Santos.
Los Santos dispone de un gran número de espacios naturales y ecosistemas de gran singularidad y valor ambiental. Su importancia y la necesidad de hacer compatible la conservación de sus valores y su apr
ovechamiento económico, han fomentado la protección y ordenación de los paisajes y ecosistemas más representativos del territorio santeño.

Los Santos es una región de contrastes medioambientales, consecuencia de su relieve configurado alrededor de tres grandes unidades (la sierra, el piedemonte y las llanuras costeras y del río La Villa). La provincia posee un rico patrimonio natural, en el que brillan con luz propia la sierra de Azuero.

Las principales áreas protegidas de la provincia son:

Reserva Forestal La Tronosa, localizada a unos cinco kilómetros de la población de Tonosí con una superficie de 20,579 ha. Esta área protegida pertenece al macizo montañoso de Azuero, donde sobresale el cerro La Tronosa. Los bosques quedan en la cima de la cordillera y son característicos del bosque húmedo tropical. El régimen de lluvias en esta región va de mayo a diciembre y con un periodo seco que va de enero a abril. La precipitación está en el orden de los 2,000 a 2,500 mm anuales y temperaturas que van de los 26 a los 30 °C.
Parque nacional Cerro Hoya, ubicado en los límites de la provincia con el distrito de Mariato, conforma uno de los últimos reductos de bosque tropical húmedo de la provincia.
Otros espacios naturales en el sistema de áreas protegidas en Azuero, de la cual forma parte la provincia son: Área Protegida Zona de Litoral del Corregimiento de El Espinal, Área Protegida Zona Litoral del Corregimiento de La Enea, Bosque Comunal El Colmón en Macaracas, refugio de Vida Silvestre Isla Cañas, Refugio de Vida Silvestre Isla Iguana, Refugio de Vida Silvestre La Ciénega de El Mangle, Refugio de Vida Silvestre Pablo Arturo Barrios, Refugio de Vida Silvestre Peñón de La Honda y la Reserva Forestal Tonosí y la Reserva Forestal, Animal, Fluvial o Parque Nacional Cerro Canajagua.

Cultura 

Los particulares condicionantes históricos y geográficos del espacio azuerense, así como los complejos flujos de población, han propiciado la conformación de la cultura azuerense. Por Azuero han pasado diferentes pueblos y civilizaciones que con el tiempo han ido conformando una identidad cultural particular. Estos pueblos, algunos muy diferentes entre sí, han ido dejando una impronta lentamente asentada entre los habitantes. La colonización española durante algo más de quinientos años, aún está viviente en las tierras del Canajagua y el Tijeras, mezclado con algunas tradiciones de los indios de Cubita o Gran Coclé.

Azuero tiene el mérito de haber exportado al resto del país su cultura para brindarle a la República una unidad cultural y un sentimiento de pertenencia en las primeras décadas de su existencia. Rica en folclore, con un marcado estilo colonial en el trazado de sus ciudades y en la filosofía de sus habitantes.
Entre las particularidades de la región, podemos mencionar danzas populares como: La Montezuma Española, La Montezuma Cabezona, La danza del Gran Diablo, La danza del Torito, La danza de los Diablicos Sucios, Danza de los Moros y Cristianos, La Pajarilla, la danza del Torito guapo, entre otras.

También podemos encontrar pequeños artesanos que se dedican a la orfebrería.



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